DESNUDO

Quién puede escribir con una letra que no es suya?
Quién puede contar una historia que no ha vivido?
Quién puede decir de las vivencias del vecino
sin siquiera sospechar sobre sus pasos?
El poeta grita su alegría y destila sus miserias
sobre el blanco del papel,
en un duelo que se bate con él mismo
igual que un torero en una plaza.
Nada es más que él, entre sus letras:
son sus ojos, sus horas, sus latidos
los que hablan.
El poeta canta su canción
y llora sus lágrimas sobre el borde de los días,
imprimiendo un sello de su propio puño y letra.
No hay otro camino posible para escribir
que con el alma a cielo abierto,
indefenso por completo y desbordando bohemia.
No hay un atajo, ni un ardid
para ser lo que no es
y obrar atrincherado en tan solo unos renglones.
No hay pluma mas real
que la que mueve el corazón, en cada sístole
y vuela libre, como un ave en el verano.
No hay coraje más agudo como el que calza un poeta
que no le importa mostrarse sin nada,
decididamente desnudo
en las horas prejuiciosas de los días.