Uno ve lo que tiene en la mirada
y busca solo, pupilas parecidas;
uno pinta el mundo con el color de uno
y nos parece ver la verdad con nuestro nombre.
Somos uno, sin ser todo
aunque el todo sea uno.
Somos pasado absoluto,
ignorando casi el presente
y destilando sobre miedos el futuro.
Somos estela de los pasos
y el resultado de golpes de timón
que hemos dado en las esquinas.
Somos historia,
con ADN hirviendo en las entrañas
que reconoce a un dinosaurio
y a un chimpancé entre sus hojas.
Somos un cuerpo nuevo que envejece
con un alma que intenta buscar una escalera,
en algún lado.
Somos un universo, al menos un pedazo;
tan brillante y tan completo
como el que se aprecia en una noche de verano.
Somos el milagro de la vida,
intentándolo explicar en bibliotecas
con la conciencia temblando en los rincones.
Somos
Vaya a saber cómo.
Vaya a saber cuándo.
Vaya a saber dónde.
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