Amores que nacieron.
Ilusiones que cayeron al abismo
en la última mirada.
El diario y el fútbol que se mezclan
en el medio de la escena.
Manantial de pensamientos encontrados
pero sobre todo, vistas perdidas.
El olor a café como señal
impronta de sello inconfundible.
Yo,
solo salgo por los bares en procura de poesía
esa que surge del cruce de almas, entre las mesas;
la que duerme y se esconde como un fantasma
por allí, por donde nadie mira,
la que se aglutina edificando un yacimiento
de palabras mudas en el aire.
Cuando salgo por los bares, en procura de poesía
mi universo se parte en dos, se agranda el pecho
y la intuición se afina.
Cuando salgo por los bares, en procura de poesía
no hago más que despertarla,
cuando la veo dormida
allí,
donde nadie mira.
Ilusiones que cayeron al abismo
en la última mirada.
El diario y el fútbol que se mezclan
en el medio de la escena.
Manantial de pensamientos encontrados
pero sobre todo, vistas perdidas.
El olor a café como señal
impronta de sello inconfundible.
Yo,
solo salgo por los bares en procura de poesía
esa que surge del cruce de almas, entre las mesas;
la que duerme y se esconde como un fantasma
por allí, por donde nadie mira,
la que se aglutina edificando un yacimiento
de palabras mudas en el aire.
Cuando salgo por los bares, en procura de poesía
mi universo se parte en dos, se agranda el pecho
y la intuición se afina.
Cuando salgo por los bares, en procura de poesía
no hago más que despertarla,
cuando la veo dormida
allí,
donde nadie mira.
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