Nacer.
Nacer con todo, pero sin nada.
Salir al ruedo con lo estrictamente necesario
para caminar y vivir
aunque viviendo los caminos
la cultura demande firmar contratos
en nombre de la incertidumbre y el miedo
cada tanto.
Apego.
Un psicofármaco sin receta
que la mente toma, como garantía de vida.
Un seguro,
que se paga caro y nuca se cobra
en la inmensidad aleatoria de los días.
Un álbum de vivencias,
con fotografías salpicadas de lágrimas
que se guarda en un cajón lustrado,
junto con el certificado de tranquilidad imaginaria
que esconde bajo llave la conciencia.
Apego.
Camino recto y seguro hacia la libertad
que termina en una cárcel;
mientras en el pasillo
la mente rasga las paredes,
en pos de clavar sus garras en algún lado
para hacer pié y plantar un eje de referencia.
Apego.
Garantía de viaje a salvo
que resbala y anestesia cada paso.
Apego.
Grilletes que va sumando el cerebro
para ejecutar su próxima meta
y existiendo, sin existir
ofician de timonel reconocido.
Apego.
Un lobo disfrazado de cordero,
pero tan humano
como la conciencia misma.
Nacer con todo, pero sin nada.
Salir al ruedo con lo estrictamente necesario
para caminar y vivir
aunque viviendo los caminos
la cultura demande firmar contratos
en nombre de la incertidumbre y el miedo
cada tanto.
Apego.
Un psicofármaco sin receta
que la mente toma, como garantía de vida.
Un seguro,
que se paga caro y nuca se cobra
en la inmensidad aleatoria de los días.
Un álbum de vivencias,
con fotografías salpicadas de lágrimas
que se guarda en un cajón lustrado,
junto con el certificado de tranquilidad imaginaria
que esconde bajo llave la conciencia.
Apego.
Camino recto y seguro hacia la libertad
que termina en una cárcel;
mientras en el pasillo
la mente rasga las paredes,
en pos de clavar sus garras en algún lado
para hacer pié y plantar un eje de referencia.
Apego.
Garantía de viaje a salvo
que resbala y anestesia cada paso.
Apego.
Grilletes que va sumando el cerebro
para ejecutar su próxima meta
y existiendo, sin existir
ofician de timonel reconocido.
Apego.
Un lobo disfrazado de cordero,
pero tan humano
como la conciencia misma.
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