Fuego o silencio

No sirven las ideas, ni los razonamientos lógicos
intentando demostrar hechos tras un hilo conductor.
No valen las demandas de índice levantado,
haciendo que la otra parte pague la desdicha.
No cuentan los contratos, ni las promesas
que el caos de los días se encarga de incumplir por completo.
No alcanza la historia,
ni los recuerdos de fotos desteñidas
como símbolo innegable de tiempo transitado.
No sirven los sueños acunados cada noche,
ni los deseos de ojos apretados,
ni el premio por cobrar habiendo respetado los incisos.
No sirve pensar siquiera un segundo
y mucho menos, las palabras;
porque el amor
es fuego
… o silencio.