Los colores se diluyen y destiñen.
Los sonidos se opacan y divagan.
La mente se aquieta, se pone en guardia
y ordena guarecerse en pensamientos.
El vapor destilado en los cristales
adormece hasta el alma de un guerrero;
su poder encantado amansa fieras,
se ablandan piedras, se duerme el ego.
No son las gotas,
sino la incertidumbre
lo que siempre le preocupa a los latidos
y melancólicos recurren a la acción
de ponerse a salvo hasta que pase,
anestesiando lo que sientan los sentidos.
No se porque, ni porque pasa.
esta magia, que a la conciencia mueve.
No se por que, ni lo que pasa
solo se, que ocurre cuando llueve.
Los sonidos se opacan y divagan.
La mente se aquieta, se pone en guardia
y ordena guarecerse en pensamientos.
El vapor destilado en los cristales
adormece hasta el alma de un guerrero;
su poder encantado amansa fieras,
se ablandan piedras, se duerme el ego.
No son las gotas,
sino la incertidumbre
lo que siempre le preocupa a los latidos
y melancólicos recurren a la acción
de ponerse a salvo hasta que pase,
anestesiando lo que sientan los sentidos.
No se porque, ni porque pasa.
esta magia, que a la conciencia mueve.
No se por que, ni lo que pasa
solo se, que ocurre cuando llueve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario