Vestida de mí

De giros girados,
de caminos caminados;
de tiempos eternos que viví
de los lugares
donde la vida me ha llevado
con el disfraz de casualidad
pero vestida de mí.

Hay un lago, una laguna,
mañanas de sol radiante
una montaña nevada;
cien autos, un caminante
una luna, una cabaña
una sierra con piscina,
hoteles de cinco estrellas,
una carpa, una mochila.
La ciudad que nunca duerme
la que de noche enceguece
la playa de arena blanca
y de un mar azul celeste.
Hay dos millones de historias
ojos perdidos, miradas
caras distintas e iguales
varias voces y tonadas;
un río y algunos barcos
muchas maletas y aviones
tren de vías repetidas
que recuerdan estaciones.
Un kiloparsec de vida
que mi vista grabó a fuego
donde solo fui por ir,
donde solo jugué el juego.

De tiempos eternos que viví
de los lugares
donde la vida me ha llevado
con el disfraz de casualidad
pero vestida de mí.