Si sales a buscar tu verdad
procura pasar inadvertido
a los ojos de estadio de la gente,
en el mundo no hay lugar para rebeldes
ni para buscadores
que incomoden estamentos.
Si sales a buscar tu verdad,
deberás ir solo:
Sin la gravedad de la cultura
ni el atuendo de las costumbres,
sin cadenas de plegarias
ni las recetas del conocimiento.
Solo.
Hasta sin Dios.
Con el temple de un guerrero
y la ingenuidad de un niño,
con la valentía de un clavadista
y la fascinación en el alma;
con la paciencia de un monje
que aún espera ver la luz
en la noche eterna.
Allá esta!
Allá esta tu verdad, en el final del camino,
junto al traje de la libertad
-que casi es lo mismo-
hecho de fina gasa y seda
aunque pese y apriete,
porque no es para cualquiera.
Allá esta!
Al final del camino de espinas
están las rosas.
Por si cambias de opinión,
aquí tengo esta colección de libros,
papeles con sellos por triplicado,
mapas y manuales de vida,
y explicativos de dónde, cómo y cuándo.
Y si con ello no basta,
guardaré este traje de cordero
para que nadie te demande,
ni te señale
y ni siquiera
…te advierta.
procura pasar inadvertido
a los ojos de estadio de la gente,
en el mundo no hay lugar para rebeldes
ni para buscadores
que incomoden estamentos.
Si sales a buscar tu verdad,
deberás ir solo:
Sin la gravedad de la cultura
ni el atuendo de las costumbres,
sin cadenas de plegarias
ni las recetas del conocimiento.
Solo.
Hasta sin Dios.
Con el temple de un guerrero
y la ingenuidad de un niño,
con la valentía de un clavadista
y la fascinación en el alma;
con la paciencia de un monje
que aún espera ver la luz
en la noche eterna.
Allá esta!
Allá esta tu verdad, en el final del camino,
junto al traje de la libertad
-que casi es lo mismo-
hecho de fina gasa y seda
aunque pese y apriete,
porque no es para cualquiera.
Allá esta!
Al final del camino de espinas
están las rosas.
Por si cambias de opinión,
aquí tengo esta colección de libros,
papeles con sellos por triplicado,
mapas y manuales de vida,
y explicativos de dónde, cómo y cuándo.
Y si con ello no basta,
guardaré este traje de cordero
para que nadie te demande,
ni te señale
y ni siquiera
…te advierta.
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