Tengo un amanecer
de agua verde, arena blanca y cielo lila
que dejó una impronta fotográfica.
Una colección de lagos
con atardeceres naranjas,
que grabó a fuego la memoria;
mañanas de Enero
que me enseñaron dónde la ciencia
esconde sus secretos.
Tormentas,
que me mostraron caminos
y pintaron el valor
de un día claro,
tengo besos instantáneos en mi boca,
abrazos inesperados en mis hombros
y varias palmadas en mi espalda.
Noches de luna llena
en un mar de estrellas,
que paseando algún cometa
dibujaron sueños.
Un mundo,
-que es universo-
donde tengo todo lo que tengo
y hasta un sol
que pienso eterno
y me ha llevado esta mañana
-no se porqué-
a recalar en el valor
de todo lo que tengo
y no ha costado nada.
de agua verde, arena blanca y cielo lila
que dejó una impronta fotográfica.
Una colección de lagos
con atardeceres naranjas,
que grabó a fuego la memoria;
mañanas de Enero
que me enseñaron dónde la ciencia
esconde sus secretos.
Tormentas,
que me mostraron caminos
y pintaron el valor
de un día claro,
tengo besos instantáneos en mi boca,
abrazos inesperados en mis hombros
y varias palmadas en mi espalda.
Noches de luna llena
en un mar de estrellas,
que paseando algún cometa
dibujaron sueños.
Un mundo,
-que es universo-
donde tengo todo lo que tengo
y hasta un sol
que pienso eterno
y me ha llevado esta mañana
-no se porqué-
a recalar en el valor
de todo lo que tengo
y no ha costado nada.
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