Quizás, me hizo escribir la noche
que otra vez, me borra el sueño
y me levanta a que escuche los susurros;
o tal vez hayan sido estas copas de vino
que prometen compañía, cuando nadie queda.
Quizás, me hizo escribir el caos:
esa constante efervescencia de desorden
que brota en sensaciones del alma
y la pluma, las hace letra.
Quizás este tintero, aburguesado en tinta
que pide una vez mas,
convertir colores en ideas.
Quizás este torrente que llevo dentro,
que busca su nivel cuando desborda
y no encuentra palabras, aún sobrando letras.
Quizás porque aún queden muchos caminos
dentro del universo que llevo,
falten transitarlos en vigilia
y me despiertan.
O quizás porque la noche
se empecine en explicarme
que no hay nada mejor
que perderme en sus entrañas;
para que palpe versos
y en el blanco del papel,
se hagan poesía.
que otra vez, me borra el sueño
y me levanta a que escuche los susurros;
o tal vez hayan sido estas copas de vino
que prometen compañía, cuando nadie queda.
Quizás, me hizo escribir el caos:
esa constante efervescencia de desorden
que brota en sensaciones del alma
y la pluma, las hace letra.
Quizás este tintero, aburguesado en tinta
que pide una vez mas,
convertir colores en ideas.
Quizás este torrente que llevo dentro,
que busca su nivel cuando desborda
y no encuentra palabras, aún sobrando letras.
Quizás porque aún queden muchos caminos
dentro del universo que llevo,
falten transitarlos en vigilia
y me despiertan.
O quizás porque la noche
se empecine en explicarme
que no hay nada mejor
que perderme en sus entrañas;
para que palpe versos
y en el blanco del papel,
se hagan poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario