La vida tenía preparado un oasis
detrás del desolador desierto.
La tormenta no fue interminable;
luego de la lluvia,
aguardaba un cálido sol de primavera.
Solo había que caminar.
Solo había que seguir.
La vida, no es un desierto,
ni un oasis,
ni una tormenta,
ni la primavera misma.
La vida es solo caminar
detrás del desolador desierto.
La tormenta no fue interminable;
luego de la lluvia,
aguardaba un cálido sol de primavera.
Solo había que caminar.
Solo había que seguir.
La vida, no es un desierto,
ni un oasis,
ni una tormenta,
ni la primavera misma.
La vida es solo caminar
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