No siempre quien más zapatos gasta, camina más.

Dios proveerá.
Pero no te eches a dormir, porque él no se atreverá a despertarte.

Conquisten si quieren nuevos planetas, sistemas y galaxias.
Pero no olviden de dejar la casa en orden antes de salir, pues irían a desordenar otra.

Muchas veces las lágrimas son una sutil arma venenosa.

Mientras tú duermes, yo sueño.
Esa es la diferencia entre nosotros.

Todo lo que el dinero compra, el tiempo lo gasta.
Inclusive los sentimientos.

Si no tienes nada para decir, no digas nada.
Es mucho mejor que hablar estupideces.

Ni espiritualista ni materialista.
En el centro debe estar el hombre.

Asumamos lo que somos si pretendemos ser lo que deseamos.

La mejor forma de conservar y engrandecer la moral es ejercerla día a día, sin excepciones y sin excusas.

Mátame y habrás muerto un poco.

Las vivencias, cuanto más se mastican mejor se digieren.

La cultura es necesaria.
Pero no suficiente.

No hagas un culto de nada, porque cuando se acabe, acabarás con él.

No juzgues sólo por lo que veas a primera vista.
Piensa, razona, imagina, extrapola.
Podrías concluir que el sol no existe si miras el cielo en un día nublado.

Vuela tan alto como quieras, pero trata de no caer.
El dolor es proporcional a la altura.

Sólo embarrándose se sabe lo que es el barro.

Podrás ver virtudes y defectos en mí.
Todo depende de lo que quieras ver.