Yo no creo que haga falta
tantos relojes sin horas
que edifiquen calendarios
y le den nombre a la historia,
ni las estúpidas guerras
que al terminar se hacen gloria
y terminan con la gente
que se pierde en la memoria.
Yo no creo que haga falta
tantos cercos y banderas
ni ese poder nucleado
que trepa sin escaleras;
y ese oro, esos diamantes
que deslumbran y que ciegan
tampoco son necesarios
pues el tiempo se los lleva.
Yo no creo que haga falta
desesperadas carreras
que enaltecen el triunfo
y que al fracaso condenan,
ni una técnica endiosada
que maneja lo que quiera
y va acortando los sueños
de los pocos, que aún sueñan.
Todo se fue complicando
de lo simple, a lo que queda
tal vez porque pocos vieron
una noche con estrellas
y no se supo extraer
del Universo, la escuela
y entender que es suficiente
para vivir en la Tierra.
tantos relojes sin horas
que edifiquen calendarios
y le den nombre a la historia,
ni las estúpidas guerras
que al terminar se hacen gloria
y terminan con la gente
que se pierde en la memoria.
Yo no creo que haga falta
tantos cercos y banderas
ni ese poder nucleado
que trepa sin escaleras;
y ese oro, esos diamantes
que deslumbran y que ciegan
tampoco son necesarios
pues el tiempo se los lleva.
Yo no creo que haga falta
desesperadas carreras
que enaltecen el triunfo
y que al fracaso condenan,
ni una técnica endiosada
que maneja lo que quiera
y va acortando los sueños
de los pocos, que aún sueñan.
Todo se fue complicando
de lo simple, a lo que queda
tal vez porque pocos vieron
una noche con estrellas
y no se supo extraer
del Universo, la escuela
y entender que es suficiente
para vivir en la Tierra.
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