A veces uno.
A veces varios.
Muchas veces, multitud.
En democracia o dictadura,
cambiando ideas
o en encendido alegato
que mezcla en un crisol
el amor y el egoísmo
como ingredientes cotidianos.
El poeta que habla con el alma llena
y los bolsillos vacíos
o el comerciante, que pregunta
cuanto valdrá un segundo de respiro.
El sabio que comprende cuando mira,
El buscador que busca,
a pesar de lo infinito de sus pasos.
El policía del orden
y el ladrón de sentimientos,
el carcelero, el preso y el rehén
del yacimiento del deseo;
el defensor de la paz
mientras lustra su espada de guerrero.
Me pregunto quién seré
de todos, los que están dentro.
Quizás sea todos y no uno,
quizás algunos,
quizás yo no sea
y sean ellos.
A veces varios.
Muchas veces, multitud.
En democracia o dictadura,
cambiando ideas
o en encendido alegato
que mezcla en un crisol
el amor y el egoísmo
como ingredientes cotidianos.
El poeta que habla con el alma llena
y los bolsillos vacíos
o el comerciante, que pregunta
cuanto valdrá un segundo de respiro.
El sabio que comprende cuando mira,
El buscador que busca,
a pesar de lo infinito de sus pasos.
El policía del orden
y el ladrón de sentimientos,
el carcelero, el preso y el rehén
del yacimiento del deseo;
el defensor de la paz
mientras lustra su espada de guerrero.
Me pregunto quién seré
de todos, los que están dentro.
Quizás sea todos y no uno,
quizás algunos,
quizás yo no sea
y sean ellos.
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