Luchar por una idea,
luchar en contra de otra.
Luchar para ser libre
y ser esclavo al mismo tiempo.
Lucha eterna
la del hombre, por ser libre
y en cada victoria de papel
otro grillete, que se atornilla a sus pasos.
En el umbral de la libertad
dejan los peregrinos sus ismos,
sus símbolos,
apegos y posesiones,
egos y estandartes.
Hasta Dios, queda allí
como condición de ingreso.
El umbral de la libertad
huele a miedo y precipicio,
a cambio irrevocable
que exige un alma desnuda,
la seguridad en uno mismo
con el vacío del infinito
como único aliado.
Del otro lado, la libertad
aguarda paciente con ácida mueca
que dibuja desconfianza.
En el umbral de la libertad me pregunto:
cuantos habrán llegado hasta allí,
y cuantos habrá
del otro lado.
luchar en contra de otra.
Luchar para ser libre
y ser esclavo al mismo tiempo.
Lucha eterna
la del hombre, por ser libre
y en cada victoria de papel
otro grillete, que se atornilla a sus pasos.
En el umbral de la libertad
dejan los peregrinos sus ismos,
sus símbolos,
apegos y posesiones,
egos y estandartes.
Hasta Dios, queda allí
como condición de ingreso.
El umbral de la libertad
huele a miedo y precipicio,
a cambio irrevocable
que exige un alma desnuda,
la seguridad en uno mismo
con el vacío del infinito
como único aliado.
Del otro lado, la libertad
aguarda paciente con ácida mueca
que dibuja desconfianza.
En el umbral de la libertad me pregunto:
cuantos habrán llegado hasta allí,
y cuantos habrá
del otro lado.
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