El pasado,
que pasó y no lo sueltas.
El miedo,
que trae el futuro en cada instante
y explota en forma de histeria.
El presente,
que solo pasa
mientras tu vida
corre en caminos circulares.
El deseo,
que te arrastra, te obliga
y te condena al esfuerzo.
Todos tus sueños
-hechos una cruz-
aguardan en lista de espera
decorados de oro y plata
con ribetes carmesí.
Y los conservas, libres de defectos.
Perfectos.
Casi reales.
Y allí vas, acunando caprichos del deseo
como añorando el futuro,
con una angustiosa nostalgia
por lo que nunca jamás sucedió.
que pasó y no lo sueltas.
El miedo,
que trae el futuro en cada instante
y explota en forma de histeria.
El presente,
que solo pasa
mientras tu vida
corre en caminos circulares.
El deseo,
que te arrastra, te obliga
y te condena al esfuerzo.
Todos tus sueños
-hechos una cruz-
aguardan en lista de espera
decorados de oro y plata
con ribetes carmesí.
Y los conservas, libres de defectos.
Perfectos.
Casi reales.
Y allí vas, acunando caprichos del deseo
como añorando el futuro,
con una angustiosa nostalgia
por lo que nunca jamás sucedió.
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