Ella
es tan bonita!...
En
cuanto la vi, me enamoré. Amor a primera vista o algo así, no sé.
No
puedo olvidar su mirada del primer día, sus ojos azules tenían un imán, una
atracción casi gravitatoria que me llevaban a alinear mis ojos con los de ella,
y quedaba extasiado, como esperando que ese instante se perpetúe para siempre.
Su
cabellera rubia… por Dios!... Es el perfecto marco para su cara de muñeca, qué
hermosa!
Su
voz, tan sensual me cautiva toda vez que me habla, me quedo pensando más en
ella que en lo que me dice.
Y
ahora, que la vuelvo a ver empiezo a ponerme nervioso, empiezan a transpirarme
las manos y se entrecorta mi voz, casi hasta ponerme mudo.
Además
llego tarde.
Allí
está. Más bonita que nunca.
Como
voy a hacer para hilvanar dos palabras seguidas sin dejar de deslumbrarme ante tanta
belleza?
Ya me
vió. Viene hacia a mí.
Pablo!
Pasá,
pasá por favor que ya es tarde.
Hace
ya diez minutos que empezó el examen de matemáticas!
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