Cuando empieza la conciencia
y el cronómetro dispara,
es el precio de estar vivo
que finalmente se paga.
De príncipes a mendigos
desde el ateo hasta el Papa
amantes y delincuentes,
del precio nadie se escapa.
Pagar el precio de amar,
pagar el precio de odiar,
pagar el precio de quedarse
y también el de llegar
paga el trabajo alocado
y también el holgazán,
el que dura sin vivir
y el que sueña sin parar
paga el esclavo y el amo
que arrastra su libertad,
el infeliz consumado;
¡también la felicidad!
Hasta la muerte nos cobra
su factura despiadada
en el final del camino
cuando queda casi nada,
Cuando la conciencia termina
y el cronómetro se apaga
es el precio de haber vivido
que finalmente se paga.
1 comentario:
Holas de Mar!!!
Que fue primero, la muerte o la vida? Existimos primero y luego morimos? O seremos el producto de una banda de Moebius, donde no existe el principio ni el final, solo existe la referencia q uno quiera tomar para decir esto es el comienzo y cuando llegamos al mismo punto afirmar que ese es el final de un nuevo principio. Cuando nacemos morimos, dejamos la comodidad del vientre materno, a donde iremos cuando dejemos esta existencia? Quien sabrá cual es el precio que hay que pagar? O todo será una fantasía que se develara el día de nuestra muerte?
Muy bello poema, para reflexionar.
Saluditos, desde el Mar.
Bernardo.
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